Diario de una Soñadora, capítulo 1.

30 de Diciembre de 2011:

«La amistad (y el amor) es el regalo más hermoso que existe en el mundo pero requiere aprender a saber recibir y una gran capacidad de dar.

Unas veces es un espejo lindo en el que mirarse, otras sucede como el movimiento de un péndulo infinito, ahora de un lado y luego de otro.

Me gusta imaginarla como una balanza, que se va llenando de cariño, confianza, sinceridad, buenos deseos, sonrisas y lágrimas, de algunos pequeños miedos y unas cuantas decepciones; que no te hacen sino respetar más aún al otro y observas nuestra más cruda realidad humana, llena también de celos, egoísmo y envidias.

El que se llama tu amig@, quizás no esté ahí de por vida, pero al menos en el momento que lo dice debe pensarlo con todo su ser.

No siempre se saben o pueden demostrar al otro los sentimientos más puros y dulces que tienes…»

Diario de una Soñadora, 30 de Diciembre, 00:30 a.m.

La noche tiene ese encanto especial para los que escribimos, momento en el que las musas vienen a acariciar tus pensamientos y sentimientos. Creo que este 2012 va a ser un año fantástico para mi, muchos cambios vienen a mi vida, ya han iniciado a plasmarse en 2011. No todos parecen positivos al contarlos pero tengo muy buenas sensaciones, así que como siempre, intentaré confiar profundamente en ellas, colaborando con la vida para que puedan llevarse a cabo.

La mente se me llena de proyectos, y entre ellos continuar escribiendo, puede ser que salvar ese punto de tímidez que aun me queda para que lean lo que siento, sea uno de los proyectos más entrañables, así que abro esta categoría de Diario de una Soñadora, con el fin de poder contaros lo que voy sintiendo, pensando, aprendiendo, … siempre en constante movimiento.

«Los Amarillos»

Hace unos días publicaba en mi perfil de Facebook un comentario que había leído y que me hizo reflexionar sobre las relaciones humanas, tema que por cierto, me encanta.

«El mundo está lleno de personas Amarillas. Gente que irrumpe en nuestra vida y con la que enseguida conectamos, que nos ayudan a progresar, que conspiran a nuestro favor. Juntos forman un mundo más cálido y amable, mejor para vivir… Son los Amarillos.  Amarillo: Dícese de aquella persona que es especial en tu vida. Los Amarillos se pueden encontrar entre los amigos y entre los amores. El amor y la amistad comienzan con “am”, igual que Amarillo.  No, no es casualidad, la raíz “am”, significa: Algo que da aporta alguna cosa.»

Enseguida empezaron a llegar a mi mente, ciertas personas a las que según está calificación puedo pensar que son «mis amarillos».  Aunque siento que hoy en día y con el montón de gente que conozco podría otorgar muchos colores distintos a muchas personas, conformando un gran Arcoiris multicolor.

Hace cierto tiempo descubrí que hay ciertas cosas que no son eternas, entre ellas el Amor y la Amistad. Uno cuando es pequeño, tiende a plantearse que esas personas que empiezan a ser importantes en tu vida, estarán para siempre. Pero conforme vas creciendo y conociendo a más gente, ampliando tus contactos, vivenciando nuevas experiencias con gente igualmente interesante y superando alguna que otra decepción, vas notando que nada con nadie, es para siempre.

Hay personas que se convierten tan importantes en algún momento de tu vida, que llegas a pensar que no podrías vivir sin que estuvieran en ella, y de pronto, un día pasan a ser simplemente conocidos, a los que tan sólo les deseas la felicidad en sus vidas, sin que implique tenerlos en la tuya. Quizás a más de uno le estoy pareciendo muy drástica, pero esa llega a ser la realidad. Personas que eran Amarillos en tu vida, comienzan a ser marrones, y a dejar de aportarte nada interesante en ella.

Otros llegan a tu vida por tiempo muy corto, pero muy intenso, consiguiendo grandes descubrimientos, quizás influyendo tan sólo en parcelas concretas de tu vida, personal, profesional, familiar… y luego, desaparecen, y se van, a veces sin volver a saber de ellos.

Tambien existen esas personas, que aparecen y desaparecen, van y vienen, como las olas del mar. Algunos pueden llegar a ser brújulas en tu vida durante un tiempo, para desaparecer durante otro período más o menos largo, pero siempre están ahí. En los momentos de temporal, esas olas aparecen de repente, bravias e intensas para acompañarte hasta que pase el mal tiempo. En cuanto el mar se calma, su presencia se mantienen en un dulce vaiven constante y tibio en el tiempo; podria deciros que para mi un ejemplo de estos son esos amigos que siempre están, los que cuando estas mal no te abandonan, aparecen en cuanto presencia un problema y te arropan, y siempre continuas en sus vidas… Son en gran parte, esos «amigos de verdad», y nuestras familias.

Aun así nunca sabemos a ciencia cierta que tipo de «amarillo» será una persona en tu vida, por lo tanto me permito el lujo de recomendaros y de recordarme a mi misma, que siempre hagaís con todos lo que os dicte el corazón, nunca sabes cuanto bien puedes hacerle a una persona, ni cuanto te será devuelto.

Amistad (de la Buena)

 «Nos vemos muy pronto», y un gran abrazo lleno de añoranza antes de partir, en el que suspirar suavemente con la respiracion suele ser parte de nuestro adios, mejor dicho, podemos decir que es «un hasta luego».  

Hay amigos en la misma ciudad que veo mucho menos a lo largo del año, y con los que la forma de ver la vida no pasa más de ser una mera aproximacion del lugar de residencia o coincidencias de costumbres.

No asi pasa con otros, afortunadamente, con los que la misma sensación de plena conexión, persiste durante todo el tiempo, a veces pasan dias, otras algun mes, pero siempre estan ahí.

Pero esto si es Amistad, de la incondicional (y añado yo, que de la «Buena»).

Compartir minutos especiales cargados de emotividad, tantas ganas de vernos y estar juntos, aprovechando cada instante a contrareloj.

Risas llenas de positividad, de una sonoridad especial que sólo sucede con algunas personas en el mundo, esas que siempre están guardadas en el corazón. Con las que los recuerdos de situaciones y experiencias pasan a agranderse cada año, creando un albúm de fotos mental, para abrir en cualquier momento. (Añadiendo el montón de fotos, haciendo el payaso que solemos tener guardadas jaja)

Tantas preguntas en pocas horas intentando entender que sucedió en cada vida, en esos meses que la distancia marca la pauta en la relación.

Llenamos la maleta de risas, abrazos y buenos deseos para que la estacion de «mi amistad» esté siempre aquí, o en cualquier lugar del mundo, esperando vuestra visita.

Palabras

Hay veces que sin pensarlo, de manera inconsciente o tal vez no tan consciente como debería ser, nuestros actos y palabras marcan grandes diferencias entre uno mismo y las personas más cercanas.

Siento que ha sido asi, entre nosotros.

La confianza y sinceridad con la que parecía que empezabamos a marcar nuestros pasos, el brillo inocente de una amistad que nacía, el agrado de notar que dos almas sonrien a la vez, todo eso… se ha parado.

No voy a decir que no exista, porque todo fue cierto y real; ni que haya desaparecido, porque cualquier pequeña vivencia, pensamiento o emocion deja su huella, como pequeña muesca en nuestro ser.

Pero ahora siento que hay un muro, una pared entre nosotros, rellena de palabras dulces y correctas, pero cargadas de cosas que no queria escuchar, palabras que me hicieron sentir que todo se congelaba.

Sucede en muchos ámbitos de la vida, en el trabajo, pero principalmente en la familia y los amigos, en nuestras relaciones personales y en como nos comunicamos con los otros.

El mañana ya llegará, hay que vivir el presente, y eso hago, vivirlo a tope de emociones; y ésto tambien… cuento que siento.

Caro y yo

Que agradable resulta re-encontrarse con personas importantes de tu vida, con las que has compartido tu formación, tus frustraciones y preocupaciones laborales, tus ilusiones profesionales, y que pena, no hacerlo más a menudo, verdad?

Me pareció tan entrañable, el rato que echamos delante de los tés (americano y moruno, por favor) ; es de esas situaciones, en las que sientes un flashback, parece que no ha pasado el tiempo entre nosotras, aunque haga meses, mejor dicho, años que no nos vemos.

En eso se basa la amistad, para mí, en no reclamarnos ni porqués, ni cómos, en reirnos de la situación y decirnos mutuamente, «no tenemos vergüenza», «debemos de quedar más a menudo». En recordar detalles que nos hicieron reirnos hace años, y disfrutar contándonos algunos de todos los nuevos de nuestra vida.

Esa sensación de saber que la persona que tienes delante, te entiende, te valora, y por mucho que haya pasado el tiempo, sería una mano extendida ante un problema, ese sentimiento, hace que algunas amistades sean eternas en el tiempo, sin establecer patrones de citas, ni obligaciones.

Para mi, es un placer, que me invites a estar en un día tan especial para ti. Ahora si tenemos una fecha, para vernos, el día de tu boda… aunque espero que haya unas cuantas ocasiones antes.

Gracias por ser tan auténtica. Besotes