«Nos vemos muy pronto», y un gran abrazo lleno de añoranza antes de partir, en el que suspirar suavemente con la respiracion suele ser parte de nuestro adios, mejor dicho, podemos decir que es «un hasta luego».
Hay amigos en la misma ciudad que veo mucho menos a lo largo del año, y con los que la forma de ver la vida no pasa más de ser una mera aproximacion del lugar de residencia o coincidencias de costumbres.
No asi pasa con otros, afortunadamente, con los que la misma sensación de plena conexión, persiste durante todo el tiempo, a veces pasan dias, otras algun mes, pero siempre estan ahí.
Pero esto si es Amistad, de la incondicional (y añado yo, que de la «Buena»).
Compartir minutos especiales cargados de emotividad, tantas ganas de vernos y estar juntos, aprovechando cada instante a contrareloj.
Risas llenas de positividad, de una sonoridad especial que sólo sucede con algunas personas en el mundo, esas que siempre están guardadas en el corazón. Con las que los recuerdos de situaciones y experiencias pasan a agranderse cada año, creando un albúm de fotos mental, para abrir en cualquier momento. (Añadiendo el montón de fotos, haciendo el payaso que solemos tener guardadas jaja)
Tantas preguntas en pocas horas intentando entender que sucedió en cada vida, en esos meses que la distancia marca la pauta en la relación.
Llenamos la maleta de risas, abrazos y buenos deseos para que la estacion de «mi amistad» esté siempre aquí, o en cualquier lugar del mundo, esperando vuestra visita.
Susana Hilario 